Hace unos días os empecé a contar los inicios de TIRME, mi empresa. Todo comenzó con la construcción de la Planta de Valorización Energética y las Estaciones de Transferencia, pero pronto llegaría el reciclaje.
A partir del 2000 se obligó a los municipios a realizar la recogida selectiva. Es decir, empezar a separar desde casa los residuos en cinco fracciones: papel – cartón, vidrio, envases ligeros, materia orgánica y residuo urbano resto o rechazo (el del contenedor verde oscuro).
Y en 2002 se empezó a construir el Parque de Tecnologías ambientales. Se inauguró la Planta de selección de envases, donde llegan y se tratan los envases que los ciudadanos dejan en el contenedor amarillo.
Se empezaron a tratar también en TIRME los lodos procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales, que van a las Plantas de Compostaje y de Metanización. A estas plantas también llegan los restos orgánicos del contenedor marrón.
Por último, se pensó en un destino para los subproductos que quedan después de la incineración. Las escorias se destinan a una planta de reciclaje. Las cenizas van a un depósito de seguridad.
A todo este sistema de gestión de los residuos de Mallorca le quedaba un paso más que dar, que os explicaré en la siguiente entrada del blog de la familia Reci-clan
#marinareciclan
Queréis saber qué hubiera pasado si no existiera el Parque de Tecnologías ambientales de Mallorca