Diferentes formas de gestionar una crisis, la de los neumáticos

18/05/16

Seguro que estos días todos habéis visto, leído o escuchado noticias sobre el terrible incendio producido en el municipio de Seseña en un “cementerio” o vertedero incontrolado de neumáticos fuera de uso (NFU). Las consecuencias ambientales y para la salud de ese incendio incontrolado son complicadas de evaluar pero no es difícil intuir que esas emisiones llevan una importante carga contaminante.

Foto: Pedro Guimaraes

Visto desde la distancia, se intuye que ese incendio incontrolado es fruto de una mala gestión de esos neumáticos que se ha ido alargando hace muchos años. Como explicaba el otro día un vecino de Seseña: “… se veía a venir que esto no acabaría bien …”.

Salvando todas las distancias y sin llegar, ni mucho menos, a las cantidades depositadas en Seseña, hace no muchos años, en Mallorca también hubo cementerios o vertederos incontrolados de neumáticos.

Efectivamente, en los municipios de Algaida y Sencelles, seguro que sus vecinos se acuerdan, durante muchos años hubo dos “cementerios de neumáticos fuera de uso” con un peligro potencial similar al de Seseña. En esos dos municipios, hasta el año 2010, se llegaron a depositar cerca de 4.000 toneladas de neumáticos. Tras los correspondientes trámites administrativos y fruto de la colaboración público – privada, el Govern de les Illes Balears, a través de la empresa pública ABAQUA, el Consell de Mallorca y Tirme, solucionaron ese problema y, a día de hoy, no existen en Mallorca vertederos de neumáticos con lo que situaciones tan horribles y terroríficas como las de Seseña difícilmente pueden producirse.

Foto: T.O. Diario de Mallorca

Para eliminar esos dos vertederos, a través de esa colaboración público privada, se recogieron todos los NFU depositados en esos dos cementerios de Algaida y Sencelles, se transportaron al Parque Tecnologías Ambientales de Mallorca, se almacenaron en condiciones para evitar riesgos de incendios colaborando con un proyecto con la UIB (Universitat de les Illes Balears) de detección de los mismos y, finalmente, se valorizaron energéticamente todos estos neumáticos depositados en esos dos “cementerios” generando energía. En definitiva, entre todos convertimos, como hacemos siempre, un residuo en un recurso y, en este caso, se eliminó todo riesgo derivado de esos dos vertederos de neumáticos. Esa valorización se hace, como siempre, cumpliendo los más estrictos límites de emisión gracias a un sistema de combustión controlado, nada que ver con la combustión en un vertedero, y a un potente sistema de depuración de gases que elimina todas las emisiones de contaminantes a la atmosfera.

Desde esas fechas, en colaboración con los sistemas integrados de gestión de NFU autorizados en las islas, todos los neumáticos generados en la islas son gestionados correctamente y valorizados energéticamente que es una de las formas de valorización previstas en el plan estatal marco de gestión de residuos.

En definitiva, como en casi todo en la vida “es mejor prevenir que curar”, eliminando esos dos vertederos de neumáticos, se eliminó cualquier riesgo de encontrarnos en una situación similar a la que, desgraciadamente, viven estos días los vecinos de Seseña. ¿Dónde creéis que se gestionó mejor la crisis de los “cementerios de neumáticos”?

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