Tirme, cumpliendo con su compromiso de reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), ha conseguido para el ejercicio de 2020 el sello ‘Calculo+Reduzco’ otorgado por la Oficina Española de cambio Climático (OECC), dentro del proceso de Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂ establecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). El sello ‘Calculo+Reduzco’ se otorga a las organizaciones que calculan y registran su huella de carbono durante un mínimo de cuatro años, cuentan con un plan para la disminución de sus emisiones y hacen efectivo su compromiso de reducción.
Desde Tirme se entiende la lucha contra el cambio climático como una prioridad para la sociedad y uno de los objetivos de nuestro Plan Estratégico 2018-2021 ha sido materializar el Plan 20/20/20 como el eje de la política de desarbonización de la empresa. Tirme ha conseguido una reducción de la media de la intensidad de emisión del 4,52 % respecto del trienio 2018-2020, para los alcances 1+2 y 3. Tirme ha seguido avanzando en la definición y validación de herramientas y metodologías de cálculo, basándonos en la estructura de la ISO 14064, aunque se han tenido en cuenta conceptos y recomendaciones de guías más específicas para nuestro sector. La cuantificación de la huella de carbono se realiza a través de una herramienta propia que calcula, de forma exhaustiva, las emisiones para cada tipo de actividad, instalación e incluso proceso. Este grado de desglose de las emisiones permite identificar los riesgos y las oportunidades asociados al cambio climático así como la posterior adopción de medidas de mejora para la reducción de la huella de carbono.
La reducción de las emisiones de CO₂ se ha conseguido gracias a tres líneas de acción fundamentales que en el trienio 2018-2020 han permitido evitar la emisión a la atmósfera de 299.000 toneladas equivalentes de CO2:
Además, se ha calculado la reducción de la huella de carbono en la gestión de residuos urbanos de Mallorca que se ha conseguido mediante los cambios en las políticas de gestión introducidas a través de los Planes Directores y en el aumento de la recogida selectiva promovida por éstos. En la ventana temporal de 1990-2020 se ha conseguido una reducción del 63% en la Huella de carbono asociada a la gestión de residuos urbanos.