Una asignatura más para la vuelta al cole… ¡pero en casa!

03/10/19

La vuelta al cole siempre es una gran oportunidad para proponerse nuevos objetivos. Pero muchas veces reciclar se convierte en una asignatura pendiente. En casa, nosotros nos lo proponemos como un entretenimiento. De esta manera, los más pequeños pueden participar y disfrutar de este emocionante proceso y van adquiriendo este hábito tan fundamental.

Una de las actividades que practicamos para adentrarnos en el mundillo del reciclaje es el reto de comprar sin plásticos. Cuando tengo que ir al súper o al mercado, intento llevarme a #Paureciclan y buscar productos sin envases de plástico o con paquetes desechables. ¡Pau se lo toma como un juego! Al principio parece que prescindir del plástico es imposible, pero poco a poco, y junto a las ganas que le ponen los niños a todo, encuentras la manera de elegir alternativas al plástico de un solo uso.

La hora de ir a tirar la basura es uno de los momentos donde más disfrutan. ¡Todos quieren decir a qué contenedor se deposita cada producto! Al principio, cuando no sabían muy bien donde se tiraba cada cosa, no entendían la importancia del reciclaje. Luego les empecé a contar todo lo que podemos conseguir depositando cada residuo en su contenedor correspondiente. Les expliqué, por ejemplo, que reciclando 200 latas se puede construir el mecanismo de una bici. Desde ese momento, siempre me piden que les enseñe más comparaciones y curiosidades. ¡Les encanta saber cuantas botellas de plástico o latas reciclamos a lo largo de la semana!

No sé si será porque trabajo en Tirme pero estoy muy concienciada con el cuidado del medioambiente y con las 4R. Aprovecho cualquier ocasión para inculcar este hábito tan vital y poco hablado. Por ejemplo, durante las vacaciones, y muy inspirada por el museo del juguete de mi empresa, creamos nuevos objetos a partir de materiales que tenemos en casa y que no les damos ningún uso. Cuando nos juntamos toda la familia, traemos nuestros nuevos objetos para así descubrir cuál ha sido el más original.

Aunque puede que pensemos que poner en práctica estas actividades pueden quitarnos mucho tiempo de nuestro día a día, para nada es así. Al principio, como en todo, se nos puede hacer pesado, incluso nos podemos llegar a agobiar y desmotivar. Pero cuando adquieres el hábito te das cuenta de que no es ningún gran esfuerzo y sobre todo que merece mucho la pena. ¿Te apuntas?