La incineración es un proceso de tratamiento térmico de residuos mediante oxidación completa y su transformación en una corriente gaseosa con o sin recuperación de energía. En el caso de la Planta de Valorización de Mallorca, se aprovecha la energía en forma de electricidad que luego es vertida a la red general.
Este tipo de instalaciones son técnicamente complejas y están diseñadas y explotadas de acuerdo con unos requisitos legales muy estrictos. Se trata de una tecnología de tratamiento de residuos ampliamente contrastada y de elevada fiabilidad.
En Mallorca, las dos primeras líneas de incineración entraron en servicio en marzo de 1997, después de varios meses de pruebas. La capacidad de tratamiento de estas líneas es de unas 300.000 toneladas al año. Ahora contamos con dos líneas más, construidas con las últimas novedades tecnológicas, y con una capacidad de unas 430.000 toneladas al año.
Gracias a ello podemos decir que en Mallorca se ha logrado el vertido cero de residuos que ingresan al sistema.